Ya ves,
que ando mirando los tristes cerros,
que ando sin ti y con ellos,
que ando entre enigmas de miedo,
que camino sin consuelo, que te espero;
pero yo se que esperarte es incierto,
tú no vendrás,
y no vendras porque no me has contado
lo serio, sobre lo que yo espero que será mi final.
Tú entiendes todo este asunto,
y me dejas junto a los montes moribundo,
y me dejas porque tu verdadero mundo es lo que vale la pena.
Yo lo sé,
yo lo sé pero te sigo,
porque estoy perdido,
mas vale sufrir que el olvido,
no tengo sino la opción de tu castigo,
y los cerros miro,
y sueño contigo,
me alivio;
todo ha acaecido,
todo esta perdido.
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