(que son curiosamente los únicos días que recuerdo),
y miraba una fotografía,
la de una mujer deseada,
llovía con truenos aterradores,
llovía de tal forma,
que uno perdía la esperanza.
Era un día taciturno,
y una foto miraba,
tan oscura y tan hermosa,
tan morada,
reflejaba mi agonía y aflicción.
Era un día taciturno,
y nunca volverá,
aquellos sentimientos,
el tiempo olvidó.
No hay comentarios:
Publicar un comentario